
Esto significa que el amor escapa del mundo literario/soñador/romántico hacia el campo científico en las propias palabras de Maturana; “el amor consiste en una conducta o clase de conductas a través de las cuales el otro aparece como un legitimo otro en coexistencia con uno en circunstancias que el otro puede ser uno mismo” ahora si entendemos el significado del amor como algo que se constituye mediante conductas u operaciones que validan al otro en su unicidad y diferencia, que es lo que ocurre actualmente y desde siempre en las desventuras amorosas, especialmente aquellas que se vuelven patológicas, según Maturana el problema surge por que vivimos en una sociedad que niega al si mismo y a los otros, y al negar esta actuación humana, se niega un aspecto biológico, de las cual nos ha dotado la naturaleza para sobrevivir en la tierra, primero quizás en espacios biológicos y luego en espacios sociales, es la manera que nos dota la naturaleza para adaptarnos por tanto, no podemos negar dicha herramienta, no podemos negarnos a amar, por que es una manera natural de ser y vivir en el medio.
Estos postulados abren un nuevo espacio para la praxis del psicoterapeuta, revelando la importancia de la validación de los otros para la existencia en el mundo, y mas básico aun la validación de el si mismo, como diferente, dejando atrás negaciones basadas en lo que dirán o pensaran los demás, y así quizás entendiendo el amor de esta manera, podremos generar estados superiores de convivencia con el otro, o simplemente vivir las relaciones de pareja de una manera sana y feliz.